Llevo unos 20 años consumiendo contenido y 10 años creándolo.
En las primeras etapas no existía el contenido rápido. Todo eran post de lectura media 5 minutos o vídeos de YouTube que el algoritmo premiaba si pasaban de los 12 minutos.
Con el paso del tiempo el consumo de contenido cambió drásticamente. Las redes y los algoritmos empezaron a darnos dopamina en vena. Un reel de 4 segundos por aquí, un vídeo con un gancho perfecto en el segundo 1, una intro que destroza lo más importante de una entrevista…¿Sabes a qué contenido me refiero verdad? Todos lo hemos consumido y, casi todos, lo hemos creado.
Desde hace meses decidí ver qué pasaba si me quitaba todas las redes sociales de consumo rápido del móvil. Fuera Instagram, fuera Tik-tok, fuera Linkedin. El único objetivo que tenía era entender cómo me sentía si no consumía este tipo de contenido en mi día a día.
La conclusión fue buenísima:
Dejé de ver contenido vacío que no me aportaba nada y del cuál no sacaba nada tras consumirlo.
Dejé de sentirme triste después de ver redes sociales.
Dejé de compararme con el resto de la gente (sí a mí también me pasa).
Dejé de sentirme mal tras “tirar” 30 minutos de mi día cuando hacía un scroll infinito.
Al tener clara la conclusión decidí tomar medidas con mi contenido. Por eso, durante todo 2025, haré contenido “lento”. Tanto en el podcast como en mi canal de YouTube. Con el único objetivo de que compres en Minimalism o compres mi libro te cuestiones algo después de haberlo consumido.
Ojalá este texto te haga reflexionar un poco.
Más cosas:
Mi libro sigue funcionando muy bien. Lo puedes comprar aquí
Hemos cambiado de estudio para grabar el podcast, a ver qué te parece el nuevo sofá.
Un abrazo fuerte
Pepe
Cuando dejas de consumir en piloto automático, cambia todo. No es solo cuestión de tiempo, es también qué entra en tu cabeza y qué se queda fuera.